Como te comenté en otro post, atravesamos un momento de cambio de vibración en el planeta, y tú tienes que ponerte las pilas y adaptarte a este nuevo estado. ¡No te puedes quedar atrás!
Como te comenté en otro post, atravesamos un momento de cambio de vibración en el planeta, y tú tienes que ponerte las pilas y adaptarte a este nuevo estado. ¡No te puedes quedar atrás!
Es por ello que hoy te quiero contar las 10 cosas más importantes que debes tener presentes en tu trabajo para elevar tu vibración y hacerte consciente en el camino. Sé que este es un artículo algo largo, pero te prometo que no he puesto una palabra de más.
Beber agua de calidad y suficiente a lo largo del día es ESENCIAL para mantener elevada nuestra energía. Somos casi todo agua, ¡y hablamos de energía! El agua es superconductora e increíblemente susceptible a los más mínimos cambios de vibración. A nivel sutil, el agua es la sustancia más energetizante que hay, ¡ni red bull ni ná!
Te propongo que pruebes durante una semana a impregnar el agua que vayas a beber con buenas emociones; cántale, háblale, sonríele, o simplemente decreta que ese agua te ayudará a aumentar tu nivel de vibración y te hará sentir genial. Y si crees que todo es simplemente efecto placebo, ¡hazlo igualmente!, porque resulta que el efecto placebo es muy real y tiene consecuencias químicas medibles a nivel molecular en tu organismo : una vez más, lo que crees condiciona lo que te pasa.
Por otra parte, el agua en la ducha es también de suma importancia a nivel energético. Toma duchas de agua templada tirando a fresca y ten presente que ocurren muchísimas cosas cuando te duchas: no solo limpias tu cuerpo físico sino también el energético.
Por una parte, hablemos del sonido externo. Durante mi juventud trabajé muchos años en una discoteca y cuando salía y me iba a mi casa, mi corazón seguía latiendo al ritmo de la música house que había estado escuchando por 8 horas. Mi corazón golpeaba tan fuerte que a veces no me dejaba ni dormir, a pesar del cansancio.
El sonido es una onda, un movimiento mecánico que se propaga por un medio, y ese movimiento se transmite de un medio a otro. Si yo estoy en el aire, y el aire se está moviendo de una determinada forma como consecuencia de un sonido, mi cuerpo, que es otro medio, va a acabar moviéndose igual.
Si escuchamos todo el santo día música hard core nuestro cuerpo va a vibrar así, muy “hard”. Por ello es vital concedernos tiempos y espacios de silencio externo, para permitir que nuestras células recuperen su vibración natural y armónica.
También podemos aumentar esa vibración natural escuchando melodías y músicas con frecuencias armónicas y elevadas. Mira lo que el sonido puede hacer a tus moléculas: https://www.youtube.com/watch?v=Q3oItpVa9fs. Si ves este vídeo u otros muchos similares, comprenderás por qué un cuenco tibetano puede sanarte a nivel sutil; es pura frecuencia de resonancia.
Por otra parte, vamos a hablar de las PALABRAS QUE USAMOS. Nuestro forma de hablar también afectan a nuestro nivel de vibración, no solo por la misma razón mecánica externa (no es lo mismo hablar dulcemente que hablar a grito pelado), sino porque además cada palabra está impregnada con una intención determinada, una intención con su propia vibración. Hay palabras de vibración elevada como AMOR; hay palabras inocuas como lechuga; y hay palabras de vibración muy baja como las que normalmente usamos para cagarnos en todo lo que se menea.
Por ello es tan importante atender a nuestro verbo. Te propongo como reto para tu semana tratar de decir menos palabrotas y más palabras como cariño, amor, gracias, por favor, paz, luz o… chachi (¡chachi es una palabra de altísima vibración!).
No hace falta ser vegano para tener una alimentación de alta vibración. A pesar de ser una firme defensora del NO COMERSE A LOS DEMÁS SERES (porque como especie tenemos opciones más conscientes y más sanas para alimentarnos), si tú eres de los que te gusta comer de todo y no quieres prescindir de un buen churrasco, trata de elegir alimentos respetuosos con el medio ambiente y con el animal que te vas a comer, tanto en su crianza como en su muerte.
Esto es muy importante.
El cuerpo no es más que una memoria, un almacén físico de todas tus experiencias. Con los animales pasa lo mismo, y si te los comes, esa materia cargada con toda su experiencia vital, su miedo si pasaron miedo, su confinamiento en granjas atestadas sin poder moverse ni expresar su naturaleza libre… todo eso pasará a formar parte también de ti.
Así que si comes carne, trata de que proceda de granjas conscientes con esto. Alimentos y cereales ecológicos, sin procesos raros de refinamiento, transgénicos, etc… Siempre hay alternativas. No hablo de ponerte con una u otra dieta, sino de que sientas tú mismo la energía y la vibración de los alimentos que te comes.
Hay alimentos que de por sí elevan la vibración, como el arroz rojo, el sésamo, frutas, tubérculos, raíces, germinados… cosas que son la energía directa del sol y de la tierra, que generan un PH fantástico en tu organismo para favorecer que tus células estén superfelices siempre.
Pero si todavía te resulta imposible acceder a alimentos ecológicos, cosas bío y carnes y pesados conscientes, entonces pásate por nuestro canal “Cuerpo Sutil” para saber cómo puedes tú mismo neutralizar las memorias desequilibradas de los alimentos que te comes y elevar su vibración a través de tus propias manos y tu respiración.
Nuestra vibración sutil depende al 100% de nuestro sistema emocional, que a su vez depende de nuestras creencias, que a su vez dependen de nuestros pensamientos. Si piensas que algo es bueno o malo, justo o injusto, te lo tomarás de una u otra forma, y te podrás enfadar o te podrás partir el culo de risa.
Por ello es necesario atender y trabajar la claridad y la calidad de tus pensamientos, que estos sean positivos, limpios, inocuos para tu salud y la de los demás, siendo consciente de que estás construyendo tu propio sistema emocional, escogiendo a cada instante cómo te tomas las cosas y cómo enfrentas los sucesos en tu vida, y esto en última instancia, es crear toda tu realidad.
Anclar nuestra atención al presente nos lleva a “darnos cuenta”, y cuando nos damos cuenta de que somos, de que estamos aquí, comenzamos a actuar intensamente.
Traer toda tu atención al momento presente evita que tu mente se disperse en el futuro y en el pasado, en cosas que pudiste haber hecho mejor, o en pre-ocupaciones infructuosas. Traer toda tu atención al momento presente permite maniobras de percepción que de otro modo no puedes ni imaginar. La intensidad con la que interactúas, con la que sientes, con la que ves… Traer toda tu atención al momento presente aniquilará los tentáculos de tu ego, dejándote habitar un sentimiento de profunda GRATITUD constante por la oportunidad de vivir aquí y ahora.
Simplemente párate, mira a tu alrededor, palpa tus manos, respira sintiendo cómo entra aire dentro de ti, ¡y flípalo un rato por el hecho de que eso pueda estar sucediendo!
¡No te permitas darlo por hecho!
Esto no hace ni falta que te lo explique, porque seguro que habrás sentido en ti mismo o en ti misma muchas veces el efecto de pasear por la naturaleza. El humano es un ser natural, y necesita ese contacto con los demás seres vivos. El mundo vegetal es nuestro complemento. Los árboles y las plantas gestionan lo que nosotros desechamos, nos alimentamos de ellas y luego ellas de nosotros… Es nuestra contraparte, la que completa el círculo, y compartir tiempo con el mundo natural nos devuelve el equilibrio y libera densidades energéticas que ni siquiera sabíamos que teníamos.
Las dos mejores cosas que puedes hacer en la naturaleza para aumentar tu vibración son: bañarte en el agua salada del mar (¡esto es una limpieza energética brutal para tus capas aurales!) y descargar la energía densa que te sobra a una roca enterrada o a un árbol, abrazándolo, tocándolo con las manos o con la mayor superficie de tu cuerpo (esto es como ducharte por dentro).
Pruébalo, no es ninguna tontería. Abrazar un árbol descarga además la electricidad estática que acumula tu cuerpo y la deriva a la tierra. Y si te preocupa que puedas “transmitirle tus malos rollos” a un pobre arbolillo indefenso (esto me lo preguntan muchísimo), no te preocupes, porque lo que nos sobra a nosotros es un manjar para la naturaleza, y viceversa (fíjate en nuestro dióxido de carbono tan nutritivo para los árboles, y en su fruta, tan nutritiva para nosotros).
Lo he puesto separado de la naturaleza porque son cosas distintas. Puedes pasear por la naturaleza mientras llueve y puedes darte un baño de sol en tu balcón de metro y medio en el centro de Móstoles. Obviamente será mucho más estupendo bañarte de sol en medio de un bosque, pero si no puedes hacer eso, recuerda que la luz del sol activa un montonazo de mecanismos en ti, físicos y también sutiles.
La vibración de la luz es altísima, tanto, que hay formas de absorber literalmente energía (Chi) de la luz para ti. Ya te mostraremos detenidamente cómo en el canal. Por lo pronto, cuando salga algún rayito de sol no te olvides de aprovecharlo. No hablo de torrarte en el Caribe y ponerte rojo langosta cocida. Simplemente siente cómo entra en tu piel esa luz de sol, en tus ojos entre tus pestañas, en tu pecho, en tu corazón… Inspira la luz, ilumina todo tu cuerpo por dentro, y exhala lo denso. Hazlo 3 minutos, ¡solo 3!, y luego hablamos.
La respiración profunda eleva la vibración INS-TAN-TA-NEA-MEN-TE, reoxigenando todas las células de tu cuerpo y haciendo que estén mucho más activas y felices.
Algunos chamanes dicen que respirar bien previene todas las enfermedades. No te digo más. Consulta en nuestro canal el vídeo donde te muestro los tipos de respiración y cómo afecta cada uno a tu energía.
9. LA RISA, EL DISFRUTE
Ya sabéis que soy una mujer de ciencia. En varios proyectos de investigación pude comprobar de primera mano la tremenda importancia que tiene el disfrute para nuestra salud física y mental. Disfrutar lo que uno hace aumenta el beneficio de lo que se hace a todos los niveles.
Reír es una de las formas más poderosas y sencillas de elevar nuestra vibración. Y no solo eso, sino que permite soltar y liberar cargas emocionales muy densas, apalancadas en lo profundo.
Así que cuando te sientas deprimid@, haz una sesión de Yoga de la Risa con mi amiga Baia de la Torre, ponte una comedia o haz lo que más te guste y más disfrutes en el mundo. No es que te lo puedas permitir, es que reír es tu responsabilidad. Incluso solamente el gesto facial de sonreír cambia nuestro estado vibratorio (y por eso Buda sale siempre sonriendo mientras medita… por eso y porque está iluminado, claro). En fin, no te quedes con lo que digo, ¡pruébalo, por favor!
La posición y el movimiento de tu cuerpo físico también alteran la forma en la que la energía fluye por los canales de tu cuerpo sutil.
Así que es muy importante moverte de forma consciente y armónica y adoptar posturas grandes y estiradas, en vez de encogidas y pequeñas que limiten tu espacio vital. Permítete ocupar todo tu espacio.
Hacer algo de ejercicio físico activa también tu primer sistema vital. Estirar tus músculos y ligamentos libera y redistribuye una gran cantidad de energía que se acumula ahí. Permítete unos momentos de estiramientos a lo largo del día y lo notarás un montón.
Y te dejo en paz ya. Hasta aquí las 10 cosas más importantes para tener en cuenta en tu nivel de vibración. Pruébalos por ti mism@, como siempre, y déjame un comentario con tu experiencia o tus dudas. ¡Me encantará saber cómo te va!
Y recuerda, hazlo como y donde sientas pero hazlo ahora, porque ahora es el único momento que tienes.
Salud!
Deja una respuesta