“Son las cosas pequeñas las que hacen grande a la vida”.

Y es que la vida está hecha de diminutos granitos de arena y de minúsculas gotitas de agua. Pequeños seres que, con su entrega, su valentía y su pasión por vivir, van construyendo realidades tan grandes como un parque, un desierto, un inmenso océano, ¡o incluso el universo entero!

Rocío es uno de esos pequeños seres sutiles, una simple gota de agua que nos enseñará con sus aventuras y canciones el valor de la amistad, la exploración interior y la superación. Y es que hay inmensas enseñanzas ocultas en las cosas aparentemente más insignificantes.

 “Había una vez un Papá que viajó al cielo. Que al dejar su cuerpo se hizo inmenso. Que amaba tanto a sus hijos que desde allí, nos contó un cuento…”

Este es un cuento muy especial, cada palabra, cada una de las imágenes que te voy a entregar, todas vienen de otro lugar.  Guardan un mensaje que cada uno tendrá que encontrar.

Su propósito es regalar otra manera de entender la muerte. Una mirada abierta, un lugar donde podamos sentir e imaginar cuántas formas hay de vivir y de amar.

Su destino es contarnos que existen Mamás y Papás inmensos. Que la muerte es un comienzo. Es ayudarnos a mantener intacta la esperanza de los más pequeños.