El escenario que nos envuelve nos insta a ordenar y reorganizar nuestra forma de vida, acotando todo lo que no es necesario en nuestro comportamiento social, y desechando todo lo que no es verdad en nuestro comportamiento interno.
Los gobiernos han ordenado nuevos protocolos de funcionamiento a nivel comunitario, algo imprescindible para “pasar de pantalla” ahora, y algo que como sociedad nos cambiará radicalmente para siempre.
Pero este ORDEN no ha de ponerse solo fuera, sino también dentro: dentro de cada casa, dentro de cada familia, y sobre todo dentro de cada uno de nosotros.
Por ello, el momento nos apremia con urgencia a “hacer limpieza” en nuestras vidas de forma individual, ordenar y reconfigurar nuestros hogares, arreglar nuestro jardín, podar nuestras diferencias. Necesitamos revisar prioridades, la forma en la que damos valor a cada cosa, la forma en la que nos relacionamos, pensamos y sentimos.
Debemos reestructurar y sintetizar lo que sabemos, lo que hemos aprendido hasta ahora, nuestros conocimientos, miedos, virtudes y defectos, desechando en el proceso todo lo que ya no sirve, todo lo que ya no es REAL en nosotros.
Empezar a cuidar nuestras CREENCIAS es, además, el paso esencial para avanzar, haciéndonos conscientes de que aquello que creemos hoy se manifiesta siempre mañana. Buda decía: “Somos todo lo que hemos pensado”. Y, piénsalo bien, ¿acaso no es así? Todo lo que sucede fue pensado antes por alguien que creyó que era posible que sucediera. La partícula que observo cambia cuando la observo, ¡es mi mirada lo que la hace ser como es! Esto puede parecer descabellado, o completamente irreal, pero es así: definimos nuestra realidad a cada instante. Por ello, cuida responsablemente lo que crees porque, lo creas o no, lo estás creando para todos.
Este es un reto conjunto, un trabajo y compromiso de todos, desde lo más íntimo de cada uno hacia la unidad total que somos. Es el mejor momento para revisar nuestro interior, para quedarnos con lo esencial y crecer hacia un mundo más consciente, cada uno en representación de su más pura nobleza, construyendo entre todos un nuevo tejido Humano que, como una piel renovada, fuerte y flexible, se prepara para manifestar una nueva era de verdad, amor y honor.
Sé responsable: aprovecha este no-tiempo para poner orden en ti y empezar a creer bien, por ti, y por todos tus compañeros.
Con infinita GRATITUD a los que están dando su vida en este proceso; los que se han ido ya, los que se irán, y los que siguen trabajando sin descanso para que todos se queden.
¡Gracias!
Deja una respuesta